Ya sabeis que los boniatos me encantan: están dulces, son reconfortantes y, además, su riqueza en antioxidantes es destacable. Los boniatos son ricos en betacaroteno ( fitoquímico con acción antioxidante y precursor de la vitamina A) y en ALMIDÓN RESISTENTE, una fibra prebiótica muy beneficiosa para nuestra microbiota intestinal. En este nuevo vídeo que he subido a Youtube, os hablo más profundamente sobre los alimentos prebióticos y os explico cuáles son y cómo consumirlos.
Los boniatos son un tubérculo que no se utiliza ni por asomo con tanta frecuencia como la patata, lo cual no debería ser así, ya que el boniato nos aporta más beneficios y encima está más bueno. La temporada de los boniato comienza en octubre y finaliza en mayo, aproximadamente. Realmente, en primavera ya no se cosechan nuevos boniatos, los que se venden son los que han sido guardados desde el otoño, siendo igualmente saludables.
Muchas veces se dice que el boniato es muy rico en azúcar, lo cual no es del todo cierto. Este tubérculo es una muy buena fuente de hidratos de carbono complejos y abunda en fibra, lo cual hace que nos proporcione una energía duradera, nos sacie y no nos provoque picos de glucosa en sangre, como sí lo hacen los azúcares libres ( azúcar de mesa, siropes, mieles, etc.) Los boniatos, además, si los cueces o los asas y después los enfrías en el frigorífico durante 24h, se formará el almidón resistente y el índice glucémico del tubérculo (boniato, patata) disminuirá y serán más saciantes. Realmente, los tubérculos como los boniatos son, junto con las verduras y las frutas, las mejores(=más saludables) fuentes de hidratos de carbono.
Resulta increíble ver como hay personas que afirman que los tubérculos »engordan porque tienen mucho azúcar» y al mismo tiempo toman yogures light, refrescos 0’0%, galletitas »ricas en fibra»… Todos esos productos ultraprocesados son los verdaderamente insanos y los que favorecen la ganancia de peso, no los boniatos. Come comida real (verduras, frutas, legumbres, frutos secos…) y descarta los ultraprocesados; esa es la clave.
El boniato lo podemos utilizar de muchas formas distintas, no solo asado con canela, que es como se suele consumir. Lo podemos emplear para hacer unas deliciosas hamburguesas de boniato con verduras, en forma de puré, relleno de verduras y aguacate….o también lo podemos emplear en recetas dulces, como esta que os presento.
Estas cookies o galletas (como más te guste a ti llamarlas), son muy fáciles de hacer, están ricas y, además, son muy prácticas. Yo hago cookies de este tipo y las meto en mi cajita y me aguantan una semana perfectamente, fuera del frigorífico. A mi me vienen genial, ya que cuando tengo que desayunar fuera, me llevo unas cuantas y una pieza de fruta y listo. Muy fáciles de llevar e ideales para los niños.
Bueno, no me quiero enrollar más:), os dejo la receta:
INGREDIENTES (12 galletas/ cookies)
· 1/2 boniato asado.
·1/2 taza de copos de avena.
· 1/2 taza de almendras naturales ( sin freír, ni con sal, ni tostada).
· 2 cucharaditas de semillas de chía.
· 1-2 cucharadas de puré de dátiles ( la receta os la explico en este vídeo).
· 50 ml de agua.
· 1 cucharadita de canela.
ELABORACIÓN
· El día de antes de hacer las galletas asas un boniato ( o más, así aprovechas el calor del horno para tener boniatos para varios días). Una vez asados y atemperados, los metes en el frigorífico durante 24h.
· Al día siguiente, ya te pones a hacer las galletas. En un recipiente, colocamos las semillas de chía y le agregamos el agua. Dejamos que repose durante 15 minutos y verás como se espesa y parece como un pudin; este va a ser nuestro »falso huevo vegano».
· Vas a poner los copos de avena y las almendras naturales en la batidora, y las vas a triturar hasta que se hagan harina. Tampoco hay que batir mucho, solo unas 30 s; no importa que queden trocitos.
· En un bowl, vas a poner 1/2 boniato ( de los que asaste el día anterior) y, con un tenedor, los vas a machacar. Añades el puré de dátiles y el huevo de chía. Mezclas bien.
· Añade el triturado de copos de avena y almendras y también la canela. Mezcla todo bien y ya tienes lista la masa de las cookies.
· Vas cogiendo pedacitos de la masa y le vas dando forma redondeada, de galleta o cookie. Las vas poniendo en tu bandeja de horno ( pon papel de hornear, para que no se peguen).
· Las horneas durante 25 minutos y ya las tienes listas. Conservar en un recipiente hermético ( preferiblemente de cristal), fuera del frigorífico, hasta una semana. Si las metes en el frigorífico, perderán el punto crujiente, pero puede que te aguanten algunos días más. Sin embargo, no creo que te duren más de dos días con lo ricas que están.