La farinata es una plato de típico italiano, y es básicamente una torta de harina de garbanzos, agua, aceite de oliva virgen extra y un toque de sal; en fin, un plato muy mediterráneo y saludable. En esta ocasión, yo la he versionado un poquito, añadiéndole calabaza y cebolla ya que, de esa forma, no solo la hacemos más sabrosa, sino que hacemos que la preparación tenga un mayor contenido en fitoquímicos y en fibra.
La harina de garbanzos es un ingrediente que siempre tengo en mi despensa, ya que es una forma rápida comer legumbres y es muy versátil, ya que podemos hacer con ella desde pasteles de verduras hasta galletas veganas y saludables. Los garbanzos, como siempre os digo, son una de las mejores fuentes de proteína vegetal que encontramos, ya que presentan todos los aminoácidos esenciales y, además, destacan por su elevado contenido en magnesio, calcio, hierro y, por supuesto, fibra, encontrándose parte de esta en forma de almidón resistente, con acción prebiótica. Se trata de un súper alimento de toda la vida, barato y fácil de conseguir. Recuerda siempre que para seguir una alimentación basada en alimentos de origen vegetal e integral no es necesario recurrir a alimentos exóticos; las frutas, verduras, frutos secos, tubérculos y legumbres locales, así como el aceite de oliva virgen extra son de los mejores súper alimentos que encontramos y tenemos acceso a ellos fácilmente, son sostenibles y son los pilares básicos de una dieta vegana mediterránea, preventiva y saludable.
Lo bueno que tiene la harina de garbanzos es que sirve para sustituir al huevo, ya que su elevado contenido en proteínas ayuda a que las tortillas veganas y pasteles de verduras tengan muy buena consistencia y »cuajen» al someterse al calor. Para conseguir los mejores resultados, os recomiendo que siempre que hagais recetas con harina de garbanzos con el fin de sustituir los huevos, añadais a la mezcla una cucharadita de vinagre de manzana y 1/2 de bicarbonato, ya que de esa forma vas a hacer que tu pastel o tortilla quede más esponjosa y suba un poco. Añadir a las masas 1 cucharadita de vinagre de manzana y 1/2 de bicarbonato hace que ésta se eleve ligeramente, ya que esta combinación actúa como sustituto de la levadura química o de repostería ( también se le conoce como impulsor). El vinagre de manzana podría sustituirse por otros ingredientes ácidos, como es el caso del zumo de limón. El efecto impulsor se consigue al mezclar una base (bicarbonato) con un ácido ( limón o vinagre de manzana).
Nuestra farinata va a llevar también calabaza y cebolla, dos hortalizas excepcionales. La calabaza, que estamos ahora en plena temporada, destaca por su elevado contenido en carotenoides, especialmente betacaroteno, pero también me gustaría destacar su contenido en una proteína denominada cucurmosina que ha demostrado- en estudios realizados in vitro– actuar induciendo la apoptosis de células humanas con cáncer de páncreas (1,2) y, en un estudio realizado en 2013, en el Instituto de Hematología de Fujian ( China), se demostró que la cucurmosina extraída de la calabaza ejercía una acción antiproliferativa y antitumoral en ratones con leucemia mieloide crónica (3). Además, en otro estudio llevado a cabo en la facultad de farmacia de la Universidad de Fujian ( China), se demostró que la cucurmosina , en experimentos realizados tanto in vitro como in vivo (en animales), ejercía una acción anticancerígena ( ya que actúa induciendo la apoptosis) sobre células humanas de hepatocarcinoma(4). Además de la cucurmosina y los betacarotenos, la calabaza destaca por ser una hortaliza muy digestiva, siendo así uno de los mejores vegetales para personas con enfermedades inflamatorias intestinales. Se trata de un ingrediente que nunca falta en mi nevera, no solo por su riqueza en fitoquímicos y demás, sino también por tratarse de una hortaliza muy versátil, idónea tanto para preparaciones dulces como saladas. De hecho, podemos asarla y hacer un delicioso puré con ella, que nos servirá para sustituir el azúcar en la repostería casera y saludable.
A mi esta farinata o torta de garbanzos y verduras me encanta, ya que dura varios días en la nevera ( hasta 1 semana) y es muy práctica, ya que es muy fácil de llevar. Es, básicamente, como una tortilla vegana al horno, que está riquísima.
Yo le añadí a la farinata este salteado de calabaza y cebolla pero, en realidad, podemos hacerlo con las verduras que más se nos antojen, como pueden ser las espinacas, los espárragos… Tenemos muchas opciones para ir variando nuestra farinata.
Yo aproveché y, mientras se iba horneando la farinata, metí también en el horno el trozo de calabaza que me había sobrado y, la verdad, ha quedado riquísima. La calabaza asada es una de mis preparaciones favoritas, me encanta tomarla espolvoreada con canela y alguna mantequilla casera de frutos secos, como la de anacardos o de avellanas.
La receta de esta farinata es muy simple y creo que os va a gustar mucho. Ahí os la dejo.
Ingredientes
· 1 taza +1/2 de harina de garbanzo.
· 3 tazas de agua.
· 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
· Pizca de sal marina sin refinar.
· 1 taza de calabaza cortada a cubos.
· 1 cebolla.
· 1/2 cdt. de bicarbonato de sodio.
· 1 cdt. de vinagre de manzana.
Elaboración
· Pica finamente la cebolla y añádela a una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra. Añade también la calabaza, tapa y cocina a fuego lento durante 15 minutos, que será el tiempo suficiente para que las verduras estén cocinadas.
· Mientras, vas a ir preparando la masa de farinata. En un bowl, pon la harina, la pizca de sal, y ve añadiendo el agua poco a poco, removiendo bien para que no se forme grumos. Ya que está la masa lista, sin grumos, añade las dos cucharadas de aceite de oliva virgen, el bicarbonato, el vinagre y mezcla todo muy bien.
· Una vez que las verduras estén listas, las vas a añadir a la masa, lo mezclas todo muy bien y listo. Ahora, esta mezcla la vas a poner en un molde y lo vas a hornear durante 35 minutos, a 180º. Para que comprobar que la farinata está correctamente hecha, cuando hayan pasado los 35 minutos, introduce un palillo y, si este sale limpio, significará que la farinata ya estará lista. Si al palillo se le quedan pegados trocitos de la masa, tendremos que hornear la farinata durante 5-10 minutos más.
· Trascurrido el tiempo de horneado, sacar y esperar a que se enfría para desmoldar. En el frigorífico lo podemos tener hasta una semana, en un recipiente de cristal tapado.
REFERENCIAS CINTÍFICAS
(1) Cucurmosin induces apoptosis of BxPC-3 human pancreatic cancer cells via inactivation of the EGFR signaling pathway. Zhang B1, Huang H, Xie J, Xu C, Chen M, Wang C, Yang A, Yin Q.
(2) Cucurmosin induces the apoptosis of human pancreatic cancer CFPAC-1 cells by inactivating the PDGFR-β signalling pathway.