La primavera ha llegado y, la verdad, hace ya calor como si fuera verano, al menos en la ciudad donde yo vivo.
La primavera es la época del año en la que encontramos las verduras más exquisitas, como los espárragos, las alcachofas y, en cuanto a las frutas, tenemos las fresas, las cerezas, los aguacates, papayas, nísperos… En fin, que tenemos una buena variedad de superalimentos locales a la mano que, además, son económicos y sostenibles.
Para hacer esta receta, he utilizado espárragos verdes, los cuales destacan por su contenido en fructanos, que es un tipo de fibra altamente fermentable, lo que significa que ejerce una acción prebiótica sobre nuestra microbiota intestinal. Este tipo de fibras sirven como alimento para las bacterias beneficiosas que residen en nuestro intestino. Los espárragos también destacan por su elevado contenido en potasio ( es ideal para personas que retienen líquidos o que sufren de hipertensión), en vitamina B1, B2 y B6; contiene calcio y nos aporta una buena dosis de ácido fólico. Como si esto fuera poco, los espárragos son también una valiosa fuente de antioxidantes, en concreto flavonoides, taninos, polifenoles y ácido ascórbico (Bioactive compounds, antioxidant and binding activities and spear yield of Asparagus officinalis L. Lee JW1, Lee JH, Yu IH, Gorinstein S, Bae JH, Ku YG.)
Otras de las verduras que he utilizado para este plato ha sido el brócoli, que es uno de los alimentos más saludables que podemos encontrar: nos aporta isocianatos e indoles con acción anticancerígena, es rico en vitamina C, luteína, kaempferol… en fin, que es una alimento excelente.
La quinoa es una semilla que tomo con bastante frecuencia, principalmente porque se cocina muy rápido y está buenísima, siempre y cuando la prepares correctamente. La quinoa constituye una excelente fuente de proteínas completas, ya que contiene todos los aminoácidos esenciales y, además, contiene una significativa cantidad de hierro, magnesio, vitaminas del grupo B, fibra y no contiene gluten.
En muchas ocasiones, la quinoa a muchas personas le parece insípida, pero es que hay que saber cocinarla y aderezarla adecuadamente para que esté realmente deliciosa. Tenemos que procurar que no nos pasemos con la cocción; se tiene que quedar suelta, no como si fuera un puré. Lo mejor es dejar toda la noche la quinoa remojada en agua y, por la mañana, la lavamos bien y desechamos el agua de remojo. De esta forma, la quinoa será mucho más fácil de digerir, sus nutrientes se absorberán mejor y tardará menos tiempo en cocinarse. Yo ya lo tengo comprobado; para que la quinoa quede suelta, si la hemos tenido remojada, la medida de agua es: 1 medida de quinoa por 1 y 1/2 de agua. Con esa cantidad de agua, cocinaremos la quinoa durante 15 minutos y ya la tendremos lista.
Yo os recomiendo cocinar la quinoa en cantidad, ya que se conserva hasta una semana en el frigorífico, siempre en un recipiente hermético de cristal. De esta forma, la tenemos para varios días y ahorramos tiempo y energía en la cocina.
La quinoa acompañada de verduras al vapor, como lo hago en esta ocasión, tiene un sabor exquisito. Para que gane más sabor la quinoa, la podemos aderezar con pimienta, sal del Himalaya, levadura nutricional e incluso tomate seco macerado en aceite de oliva virgen extra.
Espero que os guste.
Ingredientes (2 raciones)
· 1 manojo de espárragos verdes ( 250g).
· 1 brócoli.
· 1 vaso de quinoa.
· Aceite de oliva virgen extra.
· Pimienta, sal rosa del Himalaya.
·Una cucharada de levadura nutricional (opcional).
Elaboración
· La noche anterior, dejamos remojada en agua la quinoa. Por la mañana, desechamos el agua de remojo y lavamos bien la quinoa.
· Ponemos 1 vaso y 1/2 de agua a calentar en un cazo y, cuando alcance el punto de ebullición, agregamos la quinoa y bajamos a fuego medio. Dejamos que se cocine durante 15 minutos.
· Mientras, vamos preparando la verdura. A los espárragos le cortaremos la parte dura final y, el brócoli, lo trocearemos a nuestro gusto. Nunca tireis el tronco del brócoli; pelarlo, trocearlo y añadirlo también a la receta, ya que es muy rico en calcio.
· En una cacerola, ponemos agua a hervir y, cuando alcance el punto de ebullición, colocamos nuestra vaporera con el brócoli y los espárragos dentro. Dejamos que se cocinen al vapor durante 5-10 minutos.
· Una vez esté la quinoa, la aderezaremos con la levadura nutricional, la sal del Himalaya y la pimienta.
· Servimos la quinoa en un plato, acompañada de las verduras. Añadir en crudo aceite de oliva virgen extra.